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miércoles, 3 de enero de 2018

A 100 AÑOS DE LA REFORMA UNIVERSITARIA

                                                                      
               Ensayo – Aldo Mangiaterra – Enero de 2018

“si en nombre del orden se nos quiere seguir burlando y embruteciendo, proclamamos bien alto el derecho sagrado a la insurrección”   del Manifiesto Liminar de la Reforma Universitaria, Córdoba, 1918

            Soy uno más de los cientos que de aquí a junio escribimos o escribiremos sobre el centenario de la Reforma Universitaria de Córdoba
            No me propongo incursionar en su historia; otros más capacitados que yo lo han hecho y lo harán
            Opino sobre el legado actual de la Reforma Universitaria visto desde el punto de vista político; es decir analizar cómo se inserta la universidad en las relaciones sociales, en particular en Argentina y en la actualidad


            El reclamo de la autonomía y el cogobierno constituyen planteos históricos fundamentales, inimaginables antes de la Reforma Universitaria, que se expandieron por América Latina y que aún hoy continúan y continuarán agitando la vida universitaria de América, Europa y del mundo todo.
Sin embargo sería reduccionista considerar que eso es todo su legado

Sabemos que hay concepciones distintas de la universidad. Para la Organización Mundial de Comercio se trata de un rubro más del comercio; pero históricamente, para las clases dominantes, ha sido una institución formadora de las élites. En su modernización, a mediados del siglo XX, la universidad amplía su función también a la producción relativamente masiva de trabajadores de alta calificación
Esas funciones pueden ser cumplidas vía universidades privadas (modelo estadounidense), o vía universidades estatales, predominante en Europa

Sabemos (y acá si acudo a la historia) que la Reforma Universitaria no surgió de una elucubración científica; es producto de las contradicciones de una época y de su desarrollo en un país en esa época
La Argentina de principios del siglo XX estaba caracterizada por el dominio de una oligarquía (la generación del 80), que la presentaba como uno de los países más avanzados, basándose en el superávit por la exportación de granos y carnes y, por supuesto, en su propia riqueza. Es lo que festejó ampulosamente en el Centenario, en 1910
Pero otra Argentina discurría en paralelo, la de la huelga agraria llamada “El grito de Alcorta” en 1912, la del crecimiento extraordinario del sindicalismo clasista, que tuvo que ser sofocado recurriendo al Ejército y matando a centenares de obreros, tanto en Buenos Aires durante la Semana Trágica de 1919 como en la Patagonia Rebelde de 1921, también era la Argentina del logro del voto popular masculino en 1912. Todo eso en el marco mundial caracterizado por la finalización de la llamada 1ª Guerra Mundial y la resonancia inmensa de la Revolución Rusa, y además, en el ámbito intelectual y universitario, la influencia de la Revolución Mexicana
Podríamos decir, buscando un sesgo más literario, que la universidad argentina significaba entonces lo que presentó magistralmente Florencio Sánchez en su obra teatral “M’hijo el dotor”
El Manifiesto Liminar de la Reforma Universitaria es un señalamiento magistral de esa universidad y del estado de ánimo de los protagonistas del momento

“Las universidades han sido hasta aquí el refugio secular de los mediocres, la renta de los ignorantes, la hospitalización segura de los inválidos y -lo que es peor aún- el lugar en donde todas las formas de tiranizar y de insensibilizar hallaron la cátedra que las dictara. Las universidades han llegado a ser así el fiel reflejo de estas sociedades decadentes que se empeñan en ofrecer el triste espectáculo de una inmovilidad senil.”

“Los actos de violencia, de los cuales nos responsabilizamos íntegramente, se cumplían como en el ejercicio de puras ideas. Volteamos lo que representaba un alzamiento anacrónico y lo hicimos para poder levantar siquiera el corazón sobre esas ruinas.”

“si en nombre del orden se nos quiere seguir burlando y embruteciendo, proclamamos bien alto el derecho sagrado a la insurrección.” 

“Creemos no equivocarnos, las resonancias del corazón nos lo advierten: estamos pisando sobre una revolución, estamos viviendo una hora americana.”

Fue un formidable grito de rebeldía

¿Qué nos legó?

La historia posterior ¡ 100 años ! está signada, como siempre, por avances y retrocesos
Entre estos últimos la creación de universidades privadas, a partir de 1956, y la atribución de expedir títulos habilitantes desde 1958, gobierno de Frondizi
La represión durante los gobiernos de Onganía en 1966 y peor aún Videla en 1976.
Y también de avances; seguramente entre los más significativos está la gratuidad, en 1949, durante el primer gobierno peronista; no es menos el papel del movimiento estudiantil en la década del 60, acompañado por muchos docentes
En ese contradictorio devenir han logrado perdurar transformaciones que fueron produciendo un tipo singular de universidad

Acá doy paso a algunas reflexiones propias y me refiero en particular a la universidad estatal.
Considero que son cuatro los principales temas que definen cual es en definitiva el tipo de universidad
           Contenido de la enseñanza
Autonomía político-académica y del manejo presupuestario
           Participación de estudiantes y docentes en su gobierno
Composición social del estudiantado

Pretendo poner de manifiesto esenciales rasgos contradictorios de la universidad estatal argentina:
- por un lado un contenido de la enseñanza en el cual predominan netamente las concepciones ideológicas hegemónicas en la sociedad y por el otro la subsistencia de libertad ideológica que posibilita el discurso crítico desde sectores de docentes y estudiantes
- por un lado la dependencia del poder político, principalmente presupuestaria, y por el otro un importante grado de autonomía, con actividad política y participación de trabajadores y estudiantes en su gobierno
- por un lado un acceso limitado a capas restringidas de la población, fundamentalmente por razones económicas y por el otro una integración relativamente masiva, por su número, incluyendo estudiantes que trabajan

Seguramente la conquista y el legado principal de la Reforma Universitaria de 1918 es precisamente ésa:

Una universidad relativamente contradictoria en medio de la sociedad capitalista, lo que permite la acción social y política del movimiento docente y estudiantil junto al pueblo e incluso, en ocasiones, la actuación de la propia institución en tal sentido
La universidad estatal argentina, sin dejar de ser parte del aparato de dominio y reproducción del sistema, viene siendo, a la vez, un sector de ese aparato sumamente contradictorio

La gratuidad y el ingreso irrestricto permite que los estudiantes universitarios argentinos provengan, en su gran mayoría, de las capas medias, es decir de sectores sociales con intereses objetivos contradictorios con los de la gran burguesía dominante
Es más, en muchos casos se trata de sectores que han sufrido fuertes crisis, se han empobrecido relativamente y vienen disminuyendo su participación en el reparto de la riqueza. A esto se suman las dificultades, económicas en primer término, pero también específicas que viven en la universidad, como sucede en muchos casos por edificios inadecuados, insuficiencia de docentes, baja calidad de la enseñanza, etc., que hacen que sus reivindicaciones resulten contradictorias con lo que el sistema político-social les brinda
A esto se suma que la perspectiva del egresado universitario es cada vez más la de trabajador asalariado y cada vez menos la de un rápido ascenso social
Por otra parte el cuerpo docente se compone cada vez más de trabajadores asalariados, que pugnan por sus reivindicaciones, particularmente la salarial y muestran a los estudiantes un panorama conflictivo.

En estas condiciones, hasta ahora no han logrado hacer de la universidad estatal argentina un coto cerrado de las grandes corporaciones y de las instituciones rectoras del sistema político-social, como sí lo son las universidades privadas

La universidad estatal argentina es parte del campo de batalla dentro del cual se expresa y desarrolla la lucha entre los intereses de distintas clases y sectores sociales

Allí actúan partidos, organizaciones, sectores políticos, agrupaciones, sindicatos, que, de un modo u otro, en mayor o menor medida, reflejan intereses contradictorios
La experimentada burocracia universitaria (de distintas pertenencias partidarias) pone en juego no sólo sus ideas sino también su arsenal de herramientas de dominación, entre ellas la corrupción e incluso medidas represivas y discriminatorias
No obstante nada ha impedido que, a lo largo del tiempo, se desplieguen fuerzas, sobre todo estudiantiles, cuestionadoras del modelo de universidad y de país y que hayan logrado expresarse interna y externamente, participando también junto a otras manifestaciones populares. ¿Cómo explicar, si no, la unidad obrero estudiantil en el Cordobazo y el Rosariazo; la actitud de los gobiernos de Onganía y Videla con respecto a las universidades; el aporte de la inmensa mayoría del arco universitario en la lucha por los derechos humanos; o bien el papel detonante y la participación masiva de docentes y estudiantes en la rebeldía del 2001?

¿Qué universidad pretende el macrismo?
Su proyecto aún no ha sido explicitado claramente; hay indicios, solo indicios, no más que eso, en el Plan Maestro
Creo que muchos cometen el error de creer que el actual gobierno acepta la universidad actual, solo que quitándole fondos
Afirmo categóricamente que el macrismo no tardará en lanzar lo que podríamos llamar la Contrarreforma Universitaria
¿Cuáles son sus principales rasgos?
No se trata de inventar nada; basta con imitar lo vigente en países y universidades en los cuales estudiaron la mayoría de los altos funcionarios gubernamentales
1º equiparación de universidades privadas con las estatales, incluyendo mayor asignación de fondos para las primeras y reducción a las segundas
2º arancelamiento, restricciones en el ingreso y dificultad en la permanencia, reduciendo drásticamente la cantidad de estudiantes
3º liquidación o incumplimiento del Convenio Colectivo de Trabajo de los docentes, paritarias a la baja y reducción de cargos docentes
4º incrementar intensamente la injerencia de las grandes empresas, directamente y/o mediante fundaciones y entidades afines
En suma propender a la plena mercantilización, tal la concepción de la Organización mundial de Comercio
En la universidad actual hay sectores que no solo coinciden con esas políticas sino que vienen implementándolas parcialmente desde hace bastante tiempo, particularmente en lo atinente al punto 4º antes mencionado
Tal el contenido de la Ordenanza de Vinculación Tecnológica de la Universidad Nacional de Rosario sancionada en 2016 y mas aún la incontable red de relaciones que esos sectores han tejido con la participación de empresas como, seguramente entre las más simbólicas, Monsanto y Techint

La conmemoración de la Reforma Universitaria es una oportunidad propiciatoria para quienes, dentro y fuera de la universidad, defendemos su legado
Y requiere también la denuncia de quienes, autoasignándose la condición de ”reformistas”, actúan cínicamente como agentes de la contrarreforma gubernamental. Estoy hablando particularmente de gran parte de la burocracia universitaria, que gusta obrar al estilo de notorios parlamentarios, los cuales dicen ser de “oposición” pero brindan al gobierno la aprobación de las leyes que este requiere. Buscan más su subsistencia que la defensa de principios que dicen sustentar
Tal como los gobernadores, que en aras de recibir recursos, mandaron al sacrificio a la masa de jubilados
La dirección actual de la Universidad de Rosario es una coalición políticamente promiscua de funcionarios provenientes del radicalismo, pro Cambiemos algunos, no tanto otros, y de funcionarios de origen kirchnerista, coalición que hasta el presente resulta funcional a la política gubernamental

Seguramente en la celebración de este aniversario de la Reforma Universitaria habrá una disputa, y conviene que la haya, entre quienes rescatamos su legado de democracia, participación, avance pedagógico y científico, unidad de trabajadores y estudiantes, antimperialismo, por un lado y, por otro, las celebraciones que pretenden reducir el contenido de la Reforma Universitaria tan sólo a la formalidad de la autonomía y el cogobierno, desprovista de contenido político o, peor aún, subordinada al contenido que mejor convenga a la mirada vigilante del gobierno de los llamados CEOS


















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